Aproximación y regreso
En coches particulares, hasta el Charcón o hasta el Barranco de San Juan.
Itinerario
Charcón o Barranco San Juan – Vereda de la Estrella – Cuesta de los Presidiarios – Refugio de la Cucaracha – Vereda de la Acequia Chica – Río Vadillo – Refugio de Peña Partida y regreso por el mismo itinerario.
Comentario
Crónica de Miguel del día 2 de julio de 1995:
“Salida a las 8 de la mañana del Salón; la marcha la iniciamos a las 9¼ del Barranco de San Juan, camino de Peña Partida, por el camino de la Estrella, para llegar al Vadillo, pasando el río Genil y tomar el camino de la acequia de Papeles (Miguel seguramente se refiere a la Acequia Chica, pues la Acequia de Papeles, hasta donde no se llegaba en esta excursión, transcurre por la Loma de Maitena y Cerro Papeles), donde desayunamos, siguiendo la vereda que va por encima de la acequia para llegar a las 12 cerca de Peña Partida, donde comimos, regresando por el mismo camino al Barranco de San Juan, donde nos bañamos y nos tomamos una cerveza, para continuar hasta Güejar NOTA 16
, donde nos tomamos unos platos de carne y calamares, vino rosado y cervezas. Componentes: Soria, Compadre, Valladares, Serrano, M. Serrano, Miguel y Romero. En esta marcha vino el hijo de Peso, que es preparador de Educación Física, con su hijo, que están de permiso pues viven en los Estados Unidos”.
Anécdota
Todo un ejemplo de superación y fuerza de voluntad lo representa el caso de un minusválido físico (lamentamos no haberle preguntado su nombre en ese momento, que nos hubiese gustado conocer), paralítico de las dos piernas, que encontramos un día en la vereda de la Estrella, a la altura del cruce con la vereda que enlaza con la cuesta de los Presidiarios. Caminaba sólo, apoyado sobre dos muletas sin que los pies le llegasen al suelo, que levemente rozaban, cargado a la espalda con una gran mochila no menor de 60 litros de capacidad, quien, según dijo, venía de Cueva Secreta, a donde había subido el día anterior y donde había pasado la noche.
Para saber
La vereda de los Presidiarios recibe su nombre por ser el camino por donde eran trasladados hasta Almería los presos condenados a galeras por la Audiencia de Granada. La ascensión por la cuesta del Calvario, que viene a continuación, debía de suponer para quienes la hacían encadenados con gruesos grilletes un auténtico ídem.
En muchas de las crónicas de Miguel hay que leer entre líneas, intentando captar el sentido verdadero que él quiso decir al escribirlas. En esta que transcribimos, por ejemplo, al escribir “para continuar hasta Güéjar” parece que está queriendo decir que continuaron andando hasta el pueblo; sin embargo, el verdadero sentido de la frase sería “continuamos hasta Güéjar en los coches”, que habrían dejado en el Barranco de San Juan, donde iniciaron la marcha.